Dentro de muy poco ya entramos en época veraniega, para algunos vacaciones, para otros trabajo, para unos bueno y para otros malo. No muchas son las sesiones veraniegas que hacen huella, que te impactan, ya que es una época de pocas borrascas, pocas olas en definitiva.
Pero siempre, si buscas encuentras, de hay recordar este baño en la “Graviere” en el cual retumbaba la arena al son de los labios estallando contra ella.
Eran orilleras que recorrian la orilla en busca de algun desprevenido.
Muros acuáticos de contención te podian dar un buen susto.
Las bajadas en el aire estaban a la orden del día.
Fotos: Daniel Hoya
miércoles, 22 de abril de 2009
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